Breve biografía de Emilie
Emilie de Villeneuve nació en Toulouse el 9 de marzo de 1811, 3ª hija del Marqués Louis de Villeneuve y de Rosalie d’Avessens.
Creció en el castillo de Hauterive (Tarn) donde su padre, terrateniente, contrata a muchas personas en su nueva industria de tratamiento del cuero.
Sus padres le transmiten grandes valores. Pero el sufrimiento marca prematura y profundamente su vida: la enfermedad y la muerte de su madre cuando sólo tenía 14 años. Tres años más tarde, muere también su hermana pequeña Octavie.
Su padre, antiguo marinero, posee un fuerte sentido social. Crea un curso de aprendizaje para los jóvenes, una sociedad de ayuda mutua…
Emilie se convierte en el ama de casa del castillo de Hauterive. Su amiga Coraly de Gaix, su confidente, la describe como una persona solitaria y generosa para con las personas necesitadas.
La pasión de Emilie es su amor por Dios y por los pobres. Emilie quiere estar con los pobres, los enfermos, los prisioneros, las prostitutas y demostrarles que Dios también les ama a ellos. Para ella, las propinas no bastan, la caridad tampoco. Desea una relación de cercanía, de igual a igual, restituirles su dignidad de seres humanos a ejemplo de Jesús Salvador.
En 1836 se separa de su padre para fundar una Congregación : « ¡Es por Dios por quien te, papá, quiero servir a los pobres ! »
La fundación
Funda con otras dos jóvenes, el 8 de diciembre de 1836, la Congregación de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, llamada también “de las hermanas azules” por su hábito azul. ¿Por qué Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción? Emilie, desde la muerte de su madre, se acostumbró a confiar sus alegrías, sus penas, las opciones que debía tomar a María, la cual se convirtió en su compañera de ruta.
La primera comunidad se instala en Castres, en una casa pequeña sin ninguna comodidad. Atentas a los más pobres que les rodean, acogen a jóvenes en situación de riesgo moral a causa de la miseria vinculada a los inicios de la era industrial y se ocupan también de los prisioneros.
Muy pronto abren una segunda comunidad donde las hermanas se encargan de la educación de las niñas, de la catequesis y del cuidado de los enfermos. Todas las comunidades, en los inicios, tienen esta triple misión.
En 1853, Emilie presenta su dimisión como superiora general. Muere un año más tarde, de cólera, después de haber ofrecido su vida para que cesara la epidemia que sufría Castres.
Primeras fundaciones en África
Emilie desea ir allí donde Jesús no es ni conocido ni amado. En 1847, envía hermanas a Senegal. Esta salida tiene lugar después de muchas peripecias y trámites con el padre Libermann de la Congregación del Espíritu Santo.
Con mucha paciencia, las hermanas aprenden a conocer a la población, su cultura, su lengua. A pesar de la distancia, Emilie que permanece en Francia, conserva una intensa relación con sus hermanas, por medio de una correspondencia regular.
Primeras fundaciones en América latina y Europa
La expansión de la congregación continuará después de su muerte. En 1903, las hermanas dejan Francia y se establecen en España, al año siguiente en Italia, en 1904/1905 las hermanas se ven obligadas a ir hasta América Latina, Brasil y Argentina.
En 1998, las hermanas salen para Filipinas. Son los primeros pasos en el continente asiático.
Emilie de Villeneuve fue beatificada en Castres el día 5 de julio de 2009.
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